Estos días ha sido noticia que un extrabajador de Más allá de la vida, en el que médium británica Anne Germain contacta supuestamente con personas fallecidas, ha acusado al programa emitido en Telecinco y a la propia médium de engañar a los invitados. Al parecer, los colaboradores de Anne Germain preparan un dossier de los famosos que acuden al plató, y ella está provista de un pinganillo en el oído por el que le van soplando algunas pistas (como mensajes del Más Allá, pero originados en el Más Acá). ¿Habéis visto la reciente película Luces rojas? Pues algo similar.
Naturalmente, Anne Germain no ha tardado en defenderse de tales acusaciones. Desde aquí, sin embargo, no vamos a dirimir si estamos ante un caso de extrabajador despechado o ante pruebas irrefutables de que algo huele a podrido en Dinamarca. Existan o no esas pruebas, el espectáculo de Germain no tiene nada de espectacular: de hecho, es un truco de feria muy empleado en diversas pseudociencias que precisamente ella ejecuta con bastante torpeza.
Germain se aprovecha de un defecto de nuestro cerebro que ya ha sido ampliamente estudiado por los psicólogos: nuestro cerebro tiende a ver demasiadas cosas en las vagas generalizaciones. Y gracias a ello, el llamado efecto Forer, es tan sencillo para un estafador hacernos creer que nos hablan desde el Más Allá, o que los horóscopos realmente predicen nuestro destino. Los telepredicadores y los presentadores de la teletienda también emplean estas estrategias.
En los procesos mágicos de adivinación también están implicados otros efectos psicológicos, como los siguientes:
-La memoria selectiva: acordarse únicamente de los aciertos.
-Un hecho borroso: una declaración aparentemente verdadera expresada de tal modo que deja mucho que especificar. Por ejemplo: “Veo una conexión con Europa, posiblemente Gran Bretaña, o podría ser una región más cálida, ¿el Mediterráneo?”.
-El efecto de proyección: encontrar significado a aquello que no lo tiene.
-La negación atenuada: “Tú trabajas con personas mayores, ¿verdad?” Si la persona responde que no, rápidamente hay que añadir: “No, no lo pensaba, no encaja con tu forma de ser.” Otra forma de decirlo es en negativo: “¿No trabajarás con personas mayores”? Si responde afirmativamente, pues se añade: “Eso me había parecido.”
Hay muchos más trucos psicológicos para hacer creer a la gente que realmente están frente a un médium o un vidente, como la envidia del vecino, la afirmación Santiago, la pregunta desviada, la muñeca rusa, los terrones de azúcar, la bifurcación, efecto del Dr. Fox y las conjeturas de probabilidad alta.
Así pues, frente a los supuestos contactos del Más Allá de Anne Germain caben dos hipótesis: una, que la gente crea en lo que hace porque su cerebro está cableado de tal modo que no puede evitarlo, como ha sucedido en todos los experimentos controlados que se han llevado al respecto con esta clase de fenómenos (y como sucede cuando magos como James Randi consigue los mismos resultados sin emplear poderes sobrenaturales); o dos, que realmente Anne Germain sea capaz de hablar con los muertos (aunque nunca se haya sometido a un experimento controlado para demostrarlo), violando las leyes de la física y hasta de la lógica. Vosotros escogéis, pero ya sabéis lo que opina Ockham al respecto.
En cualquier caso, si finalmente Germain tiene que ir a juicio, siempre puede presentarse al premio que el propio Randi convoca para quienes demuestren poderes sobrenaturales: así tendrá fondos para pagar a unos buenos abogados. Ah… no, espera… que ella ya se ha forrado con sus espectáculos.
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