Las praderas abundaban en la cuna de la humanidad, al Este de África, mucho más de lo que se pensaba. Un nuevo estudio refuerza la idea de que el aumento de este tipo de paisaje está relacionado con la evolución humana.
De acuerdo con la llamada “hipótesis de la Sabana“, el cambio gradual de los densos pastizales ayudó a impulsar el bipedismo, el aumento de tamaño del cerebro y otros rasgos específicamente humanos.
Enunciada por primera vez en la década de 1920, esta hipótesis sugiere que nuestros antepasados más antiguos aprendieron a caminar sobre dos pies, en parte, al erguirse por encima de la hierba en busca de presas.
No conformándose con arrancar la fruta de los árboles, se convirtieron en cazadores astutos, desplazándose largas distancias para poder sobrevivir.
Esta idea fue debatida durante varias décadas, sin embargo, algunos científicos creen que fueron otras las razones que condujeron al ser humano asumir una postura firme.
Otros estudios afirman que los paisajes de las regiones más ricas en fósiles de homínidos (el valle de Awash y la cuenca del Omo, ambos en Etiopía), eran en realidad bastante frondosos.
Por ejemplo, una de las especies de homínidos más completo hasta ahora descubierta, el Ardipithecus ramidus, pudo haber vivido en el interior de los bosques.
El nuevo estudio publicado en la revista Nature, ofrece evidencias de que las sabanas (con una cubierta forestal limitada), se remontan más allá de los cinco millones de años que pensábamos y además eran las zonas donde preferentemente habitaban nuestros antepasados.
Siempre que nos encontrábamos con “ancestros humanos”, encontrábamos a su vez evidencias de hábitats similares a las sabanas e incluso mucho más abiertos
Dice el Dr. Thure Cerling, profesor de la Universidad de Utah e investigador principal del estudio.
Combinando el análisis de las muestras del suelo con fotos-satélite de regiones tropicales de todo el mundo, los investigadores pudieron crear cronologías de la vegetación de las regiones de origen de muchos de los fósiles homínidos, incluyendo Ardipithecus, Australopithecus, Paranthropus y nuestro propio género Homo .
Durante los últimos 7,4 millones de años, la cobertura leñosa ha oscilado entre el 75% y 5%.
Hoy en día, muchos científicos creen que el Este de África estaba cubierto de bosques hasta hace dos millones de años, por lo menos.
Este estudio muestra que durante el desarrollo del bipedismo, alrededor de cuatro millones de años, estas condiciones estuvieron presentes e incluso eran predominantes
Concluye Cerling.
Vía | ABC Science