Las estrellas de neutrones, que son la ultima fase de la vida de una estrella, tienen mucha masa, pero en volúmenes muy pequeños, lo que provoca el colapso de la misma, aumentando todavía mas su densidad, reduciendo su volumen, pero no su masa, aumentado la presión sobre sus partículas, lo que puede desencadenar reacciones explosivas provocando la Supernova, pero algunas veces, tras la explosión de la estrella, los elementos no quedan lo suficientemente disgregados, con lo que empiezan a compactarse, absorbiendo toda la materia a su alrededor, incluso la propia onda expansiva de la supernova, lo que resulta en cuerpos superdensos, con fuerzas gravitacionales enormes, los agujeros negros.
De estos agujeros se supone que tienen una tracción gravitatoria casi infinita, ya que dentro de la zona conocida como “Horizonte de Sucesos”, lugar donde ni siquiera la luz es capaz de escapar de su poder gravitacional, se supone que por eso se los ve como cuerpos oscuros, ya que la luz es incapaz de “rebotar” en ellos.
Estos agujeros generan también las llamadas “Mareas Gravitacionales” que tienen todos los cuerpos celestes, pero los agujeros negros (y otros cuerpos grandes y densos Ej.: Júpiter) generan mareas tan grandes que son capaces de desgarrar estrellas cercanas (o cometas en el caso de Júpiter), absorbiendo parte de su material, como se puede apreciar en la foto.
También se ha especulado con que los agujeros negros son un tipo de “portal” para otras zonas del universo, conectando galaxias o sistemas solares, mediante los llamados “Agujeros de Gusano” que se supone que son la interconexión de un agujero negro y uno blanco, pero estas son teorías que están sin probar, y a las que al menos ahora no se las dan mucho crédito
Vía | NASA