Basada en una novedosa batería atómica recargable (CAB) que es capaz de alcanzar 100 kilómetros por segundo (360.000 kilómetros por hora) con un sistema de energía de masa específica de 5-8 kilos por kilowatio, el Instituto de la NASA para Conceptos Avanzados (NIAC) ha recibido una propuesta de nave espacial capaz de alcanzar un objeto extrasolar.
La misión también incluirá recoger muestras y traerlas a la Tierra. Una misión que tendría una duración total de solo diez años.
Densidad de potencia 30 veces superior
La innovación central de esta arquitectura de nave espacial que hace posible esta misión es la batería atómica recargable (CAB), que tiene una densidad de potencia de más de 30 veces la de Pu-238 (plutonio 238). El CAB es más fácil y económico de fabricar que el Pu-238 y la caja de seguridad se ve reforzada en gran medida por la encapsulación de materiales radiactivos dentro de una matriz de carburo robusta.
Esta tecnología es superior a los sistemas de fisión para esta aplicación dado que los sistemas de fisión necesitan una masa crítica, mientras que los sistemas de radioisótopos pueden ser mucho más pequeños y adaptarse a sistemas de lanzamiento más pequeños, lo que reduce el costo y la complejidad.
La idea sería tomar muestras de un objeto extrasolar que cruzara nuestro sistema solar, tal y como lo han hecho ya objetos como Oumuamua y C/2019 Q4 (Borisov). Descubierto el 18 de octubre de 2017 mientras se alejaba del sol, el intruso interestelar 1I/2017 U1 (conocido como 'Oumuamua') se ha convertido así en el primer objeto interestelar jamás observado. El cometa 2I/Borisov fue el primero proveniente de otro sistema solar, también es el objeto espacial más prístino jamás observado.
Cuando llegue el tercer objeto de este tipo, quizá ya estemos preparados para abordarlo. Y entonces muchos de nosotros experimentará el sentido de la maravilla que ya sintió leyendo la novela de ciencia ficción Cita con Rama, de Arthur C. Clarke.
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