El telescopio espacial Hubble continúa arrojando datos de gran valor para los astrónomos. Esta vez se trató de un estudio entre la relación de los ángulos que forman los brazos de las galaxias con forma de espiral de acuerdo a la masa del agujero negro que se encuentra en su núcleo. Los astrónomos ya habían establecido que la mayoría de las galaxias posee un agujero negro en su centro (y quizás varios otros orbitando a su alrededor,) cuyas masas varían entre miles de veces hasta miles de millones de veces la del sol. En algunos casos, los agujeros negros son los responsables por el nacimiento de nuevas estrellas, por lo que su estudio es muy relevante.
Originalmente los astrónomos debían estudiar qué tan rápido se movían las estrellas para determinar la masa (mayor velocidad, mayor el tamaño del agujero negro); sin embargo este método posee el inconveniente de que se deben poder observar estrellas individuales, por lo que la galaxia tiene que estar próxima. El nuevo estudio fue llevado a cabo con 27 galaxias cercanas, de las que ya se conocía la masa de su agujero negro. Luego se compararon esos resultados con el ángulo que forman los brazos con sus centros; estableciendo esa relación, permitieron realizar la operación inversa: al conocer el ángulo de los brazos se calcula la masa.
Este método permitiría determinar la masa del agujero negro simplemente teniendo una fotografía de la galaxia; es decir que se podrían obtener resultados de galaxias distantes hasta 8 mil millones de años luz de la Tierra, distancias hasta las cuales es relativamente sencillo distinguir la estructura en forma de espiral. Una de las aplicaciones que se destacan de este método es la posibilidad de calcular muchas masas y observar la evolución a lo largo del tiempo. La desventaja es que sólo funciona con galaxias espirales, pero los científicos no descartan poder encontrar relaciones similares con galaxias que tengan otras formas.
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