Corriente de estrellas sobre la Vía Láctea

A principios de 2006 fue descubierta una galaxia satélite de la Vía Láctea, a la que se llamó Virgo por su ubicación en dicha constelación. Paradójicamente, su gran tamaño y su proximidad la habían mantenido oculta hasta la fecha.

El descubrimiento de Virgo fue interpretado erróneamente como los restos de un sistema estelar en avanzado estado de destrucción por la acción de las fuerzas de marea de nuestra galaxia.

Recientemente, un equipo de investigación, en el que colabora el Instituto de Astrofísica de Canarias, ha publicado, en The Astrophysical Journal, una explicación distinta sobre Virgo, a la cual identifica como una corriente de marea (un río de estrellas) procedente de Sagitario, otra galaxia descubierta en 1994.

Según el estudio, Virgo forma un anillo de estrellas que rodea la Vía Láctea en una órbita polar, perpendicularmente al disco de la Vía Láctea.

La gran densidad de estrellas observadas en la constelación de Virgo es la proyección en el cielo de la corriente de Sagitario en su caída sobre nuestra galaxia, precipitándose hacia la región en la que se encuentra el Sol.

La nueva interpretación de Virgo permitirá avanzar en la investigación sobre la “materia oscura”, aquella que no emite o refleja radiación suficiente como para ser observada. La corriente de marea que pasa por la Vía Láctea contendría cantidades considerables de materia oscura.

Virgo servirá, además, para dilucidar algunas inconsistencias de la Teoría del Big Bang, o sobre la misma forma de las galaxias.

Vía | La galaxia enana de Sagitario está cayendo sobre el disco de la Vía Láctea Más información | Instituto de Astrofísica de Canarias Más información | The Astrophysical Journal

Genciencia | Agujeros negros que expulsan estrellas de nuestra galaxia

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