Las enanas blancas son los núcleos restantes de gigantes rojas después de que estas enormes estrellas han muerto y arrojan sus capas externas, enfriándose en el transcurso de miles de millones de años.
Ahora una de ellas está cruzando nuestra galaxia a gran velocidad debido a una explosión. Concretamente, la llamada SDSS J1240 + 6710 fue una estrella binaria que sobrevivió a su explosión de supernova, que la envió a ella y a su compañera a través de la Vía Láctea en direcciones opuestas.
SDSS J1240 + 6710
Los científicos teorizan que la supernova interrumpió la órbita de la enana blanca con su estrella compañera cuando expulsó abruptamente una gran proporción de su masa.
Los científicos pudieron medir la velocidad de la enana blanca y descubrieron que viaja a 900.000 kilómetros por hora. También tiene una masa particularmente baja para una enana blanca, solo el 40% de la masa de nuestro Sol, lo que sería consistente con la pérdida de masa de una supernova parcial.
SDSS J1240 + 6710 fue descubierta en 2015, y parecía no contener hidrógeno ni helio: estaba compuesta de una mezcla inusual de oxígeno, neón, magnesio y silicio. Según explica Boris Gaensicke, del Departamento de Física de la Universidad de Warwick:
Esta estrella es única porque tiene todas las características clave de una enana blanca, pero tiene una velocidad muy alta y abundancias inusuales que no tienen sentido cuando se combinan con su baja masa. Tiene una composición química que es la huella de la combustión nuclear, una masa baja y una velocidad muy alta: todos estos hechos implican que debe de haber venido de algún tipo de sistema binario cercano y debe haber sufrido una ignición termonuclear. Habría sido un tipo de supernova, pero de un tipo que no hemos visto antes.
La investigación ha sido publicada en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y ha sido financiada por el Leverhulme Trust and Science and Technology Facilities Council (STFC). Según añade Gaensicke:
El estudio de supernovas termonucleares es un campo enorme y se necesita una gran cantidad de esfuerzo de observación para encontrar supernovas en otras galaxias. La dificultad es que ves la estrella cuando explota, pero es muy difícil conocer cuáles eran las propiedades de la estrella antes de explotar. Ahora estamos descubriendo que hay diferentes tipos de enanas blancas que sobreviven a las supernovas en diferentes condiciones y, utilizando las composiciones, masas y velocidades que tienen, podemos determinar qué tipo de supernova han sufrido. Claramente hay todo un zoológico completo ahí fuera. Estudiar a los supervivientes de las supernovas en nuestra Vía Láctea nos ayudará también a comprender las supernovas que vemos en otras galaxias.
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