Raphael, un artista de píes a cabeza, decía en una de sus grandes canciones:
Puede ser mi gran noche
Y al igual que él, todos nosotros, tendremos la oportunidad de que así sea este fin de semana.
Que ¿de qué hablo?, pues de la mejor noche del año, 11 de Agosto: las Perseidas, Lágrimas de San Lorenzo, la lluvia de estrellas de verano, etc. ¿Verdad que os suena?
Pues como cada año por estas fechas la Tierra vuelve a pasar por la órbita del cometa Swift-Tuttle, que tiene un período de 130 años, que pasó cerca del Sol por última vez en 1992. Al pasar por allí, multitud de partículas liberadas por el cometa entran en contacto con la atmósfera terrestre.
La fricción de una de las partículas la calienta de tal manera que se vaporiza a gran altura (unos 100 km), provocando ese efecto tan vistoso y bonito que vulgarmente conocemos como “estrellas fugaces“.
La oscuridad juega un papel importante a la hora de la observación. ¿Cómo saber si estamos en un sitio suficientemente oscuro? Pues si podéis ver todas las estrellas que forman la constelación de la Osa Menor, significa que vuestros ojos están adaptados a la oscuridad y el lugar elegido es probablemente lo suficientemente oscuro.
Este año, además, se podrá observar de mejor manera que el anterior, ya que la Luna se encuentra en fase menguante y no llena como el año pasado.
El pico máximo se alcanza a las 14 horas del día 12, por lo que no podremos verlo. La ocasión perfecta para nosotros será la noche del 12 al 13 de Agosto (o sea, mañana), pero las noches anterior y posterior también se podrán observar multitud de meteoros.
Lo ideal es dirigir la mirada al Noreste, en dirección a la constelación de Perseus, de ahí el nombre Perseidas, pero la verdad es que el fenómeno se podrá observar en todo el cielo nocturno.
Así pues, ya sea en pareja, con amigos, con tu perro o solo, os animo a disfrutar de estas noches de la maravillosidad que la Naturaleza nos ofrece, yo no me lo pierdo.
Vía | Fomento