Un certamen patrocinado por el omnipresente y tentacular Google, el Google Lunar X Prize, quiere premiar al vehículo que consiga alunizar y retransmitir su hazaña.
Hoy, en términos de dificultad, viajar a la Luna se empieza a parecer a desplazarse en coche de un punto de la ciudad a otro. Bien, quizá lo de la Luna no tan difícil si tenemos en cuenta los atascos de tráfico, ni tampoco si echamos un vistazo al alto volumen de participación en este certamen que premiará al ganador con 22 millones de euros.
La carrera lunar dejada de la mano de empresas que compiten entre sí, quién lo hubiera dicho.
Las bases estipulan que el ganador no sólo deberá llegar hasta la Luna con una nave robótica y retransmitir video y datos de la aventura antes del 2013, sino que la nave al menos deberá recorrer 500 metros sobre la superficie del satélite.
La razón de ser del concurso es el desarrollo de métodos de exploración espacial de bajo coste. Y lo cierto es que la participación ha sido bastante elevada. Desde el día de su convocatoria, en septiembre de 2007, ya se han presentado 19 participantes.
El primer concursante, que se presentó sólo 2 meses después de que el concurso fuera convocado, era Odyseey Moon, que está desarrollando tecnología para misiones científicas y comerciales a la Luna para la próxima década.
Los diseños presentados son para todos los gustos. Algunos, incluso, parecen salidos de una película barata de ciencia ficción, como el vehículo ultraligero de Microspace, que pretende recorrer más de 5 kilómetros sobre la Luna, pero que de lejos parecen dos ruedas de bicicleta unidas entre sí. Otro, Euroluna, propuesto por un equipo de amigos danés, parece un teléfono móvil con ruedas.
¿No os dan ganas de poneros a trabajar en el garaje de casa en vuestra propia nave espacial, tal y como hacían los protagonistas de Exploradores? Os dejo con algunas fotos de los vehículos propuestos para que os inspiréis.
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