Científicos del proyecto Sloan Sky Digital Survey han conseguido trazar el mapa más detallado del Universo remoto (hace unos 11.000 millones de años y era un chaval) jamás realizado hasta ahora en tres dimensiones.
Para llevar a cabo tan compleja cartografía los investigadores han utilizando la luz de 14.000 quásares, galaxias con agujeros negros en sus centros situadas a miles de millones de años luz. El mapa pretende ir más allá y ampliarse de forma exponencial con el estudio de nada menos que 160.000 quásares.
Los astrónomos creen que será útil para conocer cómo se expande el Universo y cuál es el papel de la energía oscura en ese proceso, algo que todavía es un misterio. El trabajo ha sido presentado en la reunión de la Sociedad Americana de Física.
Los científicos del proyecto BOSS (Rastreo de Oscilaciones Acústicas Bariónicas) estudiaron 14.000 quásares detectados por el telescopio Sloan del Observatorio Apache Point en Nuevo México.
Los quásares son los objetos más brillantes del Universo, que utilizamos como iluminación de fondo para ver el hidrógeno gaseoso que llena el cosmos. Podemos ver sus sombras y los detalles, lo que nos permite observar cómo está agrupado el gas. Lo sorprendente es que esto nos da una imagen del Universo lejano, donde es difícil medir las posiciones de las galaxias
Explica Anze Slosar, del laboratorio nacional Brookhaven.
El trabajo es el primer resultado importante del uso de las llamadas oscilaciones acústicas bariónicas, que son algo así como las ondas de sonido que se extendieron por el universo primitivo, para medir la energía oscura.
El mapa demuestra que es posible establecer las variaciones en la densidad del hidrógeno intergaláctico y, por tanto, medir los efectos de la energía oscura en el Universo.
Esto es sumamente interesante, ya que hoy por hoy la energía oscura sigue siendo uno de los grandes misterios de la cosmología. Los científicos no se ponen de acuerdo sobre el papel que juega en la formación y la expansión del cosmos, e incluso hay quien niega su existencia.
El nuevo mapa puede ayudar a averiguar en qué consiste y cómo ha influido en la tasa de expansión del universo desde su aparición hace casi unos 13.700 millones de años con una gran explosión.
Vía | TG Daily