La sonda Stardust nos ha traído partículas de la cola del cometa Wild-2, todo un éxito para intentar descubrir los orígenes del sistema solar, aunque se calcula que será una ardua tarea que puede llegar a durar hasta 20 años.
La sonda Stardust lanzada en 1999, tenía por misión recoger las partículas microscópicas de la cola del cometa. La importancia de estas partículas radica en su antigüedad, ya que se cree que tienen unos 4.500 millones de años.
La sonda ha tardado cinco años en recorrer nada más y nada menos que 4.500 millones de kilómetros, llegando hasta el cometa, una gran roca de 5 kilómetros de diámetro cuya composición es principalmente piedra y hielo. Esperemos que estudiando estos microscópicos granos del cometa se obtengan algunas respuestas más concretas sobre el origen de nuestro universo.
Más información | Elnuevodiario