El astrónomo David Bennett, de la Universidad de Notre Dame, acaba de publicar un paper donde expone el descubrimiento de una nueva clase de planetas. Estos planetas permanecen flotando libremente en el espacio sin estar en la cercanía de ninguna estrella. Bennett y su equipo de astrónomos opinan que lo más probable es que los 10 planetas sin estrellas que han descubierto provengan de algún sistema solar del que han sido expulsados. Este estudio ha sido publicado este mes en la revista Jornal Nature.
El descubrimiento proviene del análisis de la protuberancia central de la Vía Láctea recogidas por un estudio realizado en Japón y Nueva Zelanda, ya que aparecen 10 planetas con una masa de las proporciones de Jupiter, flotando libremente en mitad de la nada. Tal y como exponer Bennett:
Nuestros resultados sugieren que los sistemas planetarios en ocasiones son inestables y algunos planetas son despedidos hacia el espacio exterior por la interacción con otro planeta.
Este descubrimiento no sólo confirma que existen planetas sin estrellas, sino que además no es un fenómeno tan aislado como se podría pensar. El equipo responsable de esta investigación estima que existirán el mismo número de planetas orbitando alrededor de una estrella que flotando en mitad de la nada.
El estudio es como un censo de la población. Hemos cogido como muestra una porción de la galaxia, y hemos extrapolado el número total de planetas que podrían existir.
Además, el tamaño de estos planetas si es importante, ya que según su teoría los planetas con una masa menor, como por ejemplo la Tierra, tienen más probabilidades de salir expulsados de un sistema solar.
En cuanto a si estos planetas podrían albergar vida, este grupo de científicos opina que sí, ya que el efecto invernadero producido por grandes cantidades de hidrógeno en su atmosfera podría mantener el planeta lo suficientemente caliente.
Este estudio se ha llevado a cabo bajo el programa MOA (Microlensing Observations in Astrophysics), empleando un telescopio de casi 2 metros ubicado en el John University Observatory (Nueva Zelanda), y que es usado normalmente para observar las estrellas del centro de nuestra galaxia.
Vía | University of Notre Dame