Durante los últimos años, los astrónomos han observado que en algunos sistemas solares diferentes al nuestro, la estrella gira en un sentido y los planetas, conocidos como Júpiter Caliente, en otro. Un equipo de investigadores de la Northwestern University ha sido el primero en modelar cómo estos inmensos planetas orbitan tan cerca de su estrella y porqué giran en sentido contrario.
Un Júpiter Caliente es un tipo de planeta cuya masa es muy, pero que muy grande. En concreto, un planeta se considera Júpiter Caliente cuando su masa es superior a la del planeta Júpiter (1.9 × 1027 Kg), pero con la diferencia de que donde nuestro planeta Júpiter orbita a una distancia bastante alejada del sol, en el caso de un planeta Júpiter Caliente, éste lo hace unas 100 veces más cerca. Comparándolo con nuestro sistema solar, un Júpiter Caliente está aproximadamente 8 veces más cerca de su estrella, que Mercurio del Sol (Mercurio es el planeta más cercano al Sol en nuestro Sistema Solar).
Desde el año 1995 se han descubierto más de 500 planetas extrasolares (planetas que orbitan otras estrellas). Pero sólo durante los últimos años los astrónomos han podido observar que en algunos de estos sistemas la estrella gira en un sentido y un Júpiter Caliente en el sentido opuesto. Esto desde luego viola todo lo que conocemos sobre la formación de los planetas y las estrellas.
Usando simulaciones a gran escala, este grupo de investigadores ha descubierto que este fenómeno se debe a unas perturbaciones gravitacionales ocasionadas por un planeta mucho más lejano.
Como comenta Frederic A. Rasio, astrofísico teórico de la Northwestern University:
Creíamos que nuestro sistema solar era típico en el universo, pero desde el primer día todo lo que hemos observado en los sistemas planetarios extrasolares era raro. Eso nos convierte a nosotros en los “raros”. Aprender acerca de estos otros sistemas nos proporciona un contexto para lo especial que es nuestro sistema. Ciertamente, parece que vivimos en un lugar especial.
Vía | “Hot Jupiters From Secular Planet–Planet Interactions” Nature (2011)