El telescopio espacial Spitzer de la NASA han localizado una impresionante explosión de formación estelar que emite tanta luz infrarroja como una galaxia entera, provocada por la colisión de dos galaxias espirales (ubicadas a unos 500 millones de años luz de distancia en la constelación de Delphinus). La explosión durará cientos de millones de años.
El estallido estelar abarca 700 años luz más o menos, sólo una pequeña porción del grupo de galaxias conocido como II Zw 096, que fluye a través de unos 50.000 a 60.000 años luz. Sin embargo, emite el 80 % de la luz infrarroja de este tumulto galáctico.
Este fenómeno estelar se convierte así en el más luminoso visto lejos de los centros de fusión de las galaxias precursoras. Refulge diez veces más que el anterior estallido estelar más brillante conocido, la denominada Galaxia Antena.
Los nuevos hallazgos muestran que las fusiones de galaxias pueden desencadenarse alejadas de los centros galácticos respectivos, donde se acumula el polvo y gas que da lugar a la formación de estrellas.
Hanae Inami, primer autor de un estudio que detalla los resultados en The Astronomical Journal:
Este descubrimiento demuestra que la fusión de galaxias puede generar destellos de gran alcance fuera de los centros de las galaxias padres. La emisión de luz infrarroja de la erupción domina su galaxia anfitriona y rivaliza con el de las galaxias más luminosas que vemos que están relativamente cerca de nuestra casa, la Vía Láctea.
La relevancia de este hallazgo se debe a que la naturaleza del cosmos se transforma dependiendo de la longitud de onda que se investigue.
Vía | Europapress