El pasado Domingo de Ramos pasó el asteroide 2012 EG5 a 0.6 LD de nuestro planeta. Es decir, a 0.6 distancias lunares, lo que significa que este asteroide ha pasado más cerca de la Tierra de lo que está la Luna en su órbita.
Esta roca espacial tiene casi 50 metros de diámetro, según el programa de seguimiento de objetos cercanos del JPL (Jet Propulsion Laboratory), situado en la NASA. Según sus cálculos, este objeto ha pasado a una distancia de 230.000 kilómetros de la Tierra, mientras que nuestro satélite orbita a unos 382.000 kilómetros. Es decir, casi la mitad de distancia.
En astronomía, los objetos que se aproximan a la Tierra suelen ser cometas y asteroides que quedan atrapados en la órbita del Sol o en la de diferentes planetas, penetrando en las cercanías de la Tierra.
Se conoce como Asteroide Apolo a cualquier asteroide con una órbita con un semieje mayor al de la Tierra: 1 Unidad Astronómica, o lo que es equivalente, la distancia media entre la Tierra y el Sol, unos 150.000.000 km.
La comunidad científica afirma que aquellos objetos que se acercan a nuestro planeta a una distancia entre 3 y 4 veces la distancia de la Tierra y la Luna pueden verse afectados por la gravedad de la Tierra, por lo que es importante vigilarlos con suma atención.
No es el primer asteroide que hemos visto estos días. La semana pasada, otros dos asteroides más pequeños pasaron por nuestro sistema solar en su peregrinaje por el Universo.
¿Creéis que algún día nos ocurrirá lo mismo que en la película Armageddon y tendremos que reclutar a un equipo explota-asteroides?
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