Investigadores de la NSF (Fundación Nacional de Ciencia, de los Estados Unidos) dieron un paso importante en la creación de la llamada "gasolina verde", un líquido idéntico a la gasolina pero creado a partir de fuentes de biomasa como álamos o panicum (un tipo de pasto perenne muy común en los Estados Unidos.) Si bien pueden pasar entre 5 y 10 años antes de que la gasolina verde llegue a los consumidores, los investigadores han logrado sobrepasar varios obstáculos presentes hasta ahora en la fabricación para que sea más fácil llevarla al mercado.
"Es probable que el consumidor del futuro no sepa que está colocando biocombustibles en su carro," dijo Huber, uno de los investigadores principales del trabajo publicado recientemente. "Los biocombustibles en el futuro serán similares en composición química a la gasolina y diesel utilizados hoy en día. El desafío para los ingenieros químicos es producir efectivamente combustibles líquidos a partir de la biomasa y que sea compatible con la infraestructura actual."
Para producir gasolina verde, los investigadores calentaron rápidamente celulosa en la presencia de catalizadores sólidos (unos componentes que aceleran determinados procesos químicos sin destruirse a sí mismos.) Luego recolectaban el líquido que contenía varios (más del 25%) de los compuestos que forman a la gasolina. Con una ulterior refinación sería posible generar todos los compuestos químicos de la gasolina. Todo el proceso se realizó en menos de 2 minutos y utilizando relativamente pequeñas cantidades de calor. "En teoría requiere de mucha menos energía para su fabricación que el etanol, dándole una menor emisión de carbono y haciéndolo más barato," dijo Regalbuto, otro de los investigadores de la NSF. "Haciéndolo a partir de fuentes de celulosa como panicum o álamos cultivados como fuentes de energía o a partir de residuos agrícolas resuelve el problema del ciclo de vida de los gases de efecto invernadero que ha salido a la luz recientemente con el biodiesel de soja."
El método no sólo es una forma compacta de tratar una gran cantidad de biomasa en poco tiempo, sino también, como Regalbuto enfatizó, el proceso en principio no necesita de energía externa: "De hecho, del calor extra que será liberado, se puede generar electricidad además de biocombustible," dijo. "No habrá ni una pequeña huella de carbono creado en el proceso; al recuperar el calor y generar electricidad, no habrá ningún tipo de emisión."
Más Información | NSF (en inglés)