Los humanos pueden estar contribuyendo involuntariamente a la propagación mundial de cánceres infecciosos que pueden afectar a los mejillones y otros bivalvos, como almejas y berberechos, tal y como sugiere un nuevo estudio publicado en eLife.
Uno de estos cánceres, llamado neoplasia transmisible de bivalvos, se encontró previamente en una especie de mejillón llamada Mytilus trossulus (M. trossulus) que vive en Columbia Británica, Canadá.
Cánceres infecciosos
Las células cancerosas normalmente no se propagan de un organismo a otro, pero hay excepciones, y podría darse el caso de cánceres transmisibles, según han sugerido en el estudio citado.
La prueba de ello fue que el equipo descubrió que las células cancerosas recolectadas en mejillones de Europa y América del Sur eran casi idénticas genéticamente, lo que sugiere que provenían de un origen común. De momento, se está analizando si estos cánceres transmisibles son inherentes a los bivalvos o podrían ser extrapolables a otras especies.
En el estudio, Yonemitsu y sus colegas secuenciaron ADN de células cancerosas en las especies relacionadas M. edulis, de Francia y los Países Bajos, y M. chilensis, que vive en las costas de Chile y Argentina. Pero ¿en qué medida la actividad humana ha favorecido esta propagación? Básicamente, debido al transporte de los buques mercantes, tal y como explica el autor principal Michael Metzger, investigador asistente de Pacific Northwest Research:
Dado que los mejillones Mytilus no viven en la zona ecuatorial, les habría sido casi imposible propagar este cáncer entre Sudamérica y el hemisferio norte por sí mismos.
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