La hormiga obrera más larga del punto tiene un cuerpo de 3,7 centímetros de longitud. Se trata de la hormiga gigante australiana u hormiga bulldig (Myrmecia brevinoda), de la especie de la hormiga toro.
Por contrapartida, la hormiga más pequeña del mundo es la Cerebara bruni, una especie nativa de Sri Lanka, que tiene obreras de 0,8 mm de longitud, es decir, 45 veces menos que la hormiga gigante australiana.
Para que os hagáis una idea, la longitud de esta hormiga se aproxima al grosor de una tarjeta de crédito.
Hormigas reina y hormigas extinguidas
Si no tenemos en cuenta a las obreras, entonces la hormiga reina Siafu (Dorylus fulvus) es la hormiga más grande: puede medir hasta 5 centímetro en plena madurez.
Y si tenemos en cuenta una especie de hormiga ya extinguida, entonces el primer puesto en cuanto a tamaño leviatanesco se lo lleva otra hormiga, la Titanomyrma giganteum, que vivió en Europa hace unos 50 millones de años: medían 6 centímetros de longitud y tenía una envergadura de alas de 15 centímetros. Lo sabemos gracias a unos fósiles hallados en Messel, Alemania.
Con todo, el mayor tamaño medio de una espcie de hormigas (teniendo en cuenta a obreras, soldados, machos y reinas), la especie más grande es la Dinoponera gigantea, autoctonas de la selva amazónica en Brasil y Perú: su tamaño medio es de 3,3 centímetros.
La unión hace el poder
Con todo, las hormigas forman colonias, organismos individuales formados por miles y miles de unidades perfectamente coordinadas. En ese sentido, las hormigas alcanzan tamaños gigantescos: el de sus colonias.
La colonia de hormigas más grande jamás registrada pertenece a la hormiga argentina, que fue introducida en Europa hace 80 años, pero que se ha extendido rápidamente creando una colonia que ocupa 6.000 kilómetros del norte de Italia a la costa atlántica de España.
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