El aumento de las emisiones humanas de CO2 puede estar afectando al cerebro y sistema nervioso central de los peces marinos, con graves consecuencias para su supervivencia.
Los investigadores encontraron que las concentraciones de CO2 existentes en el océano pueden traer trágicas consecuencias en las habilidades de los peces, como oír, oler e incluso huir de los depredadores.
El Consejo Australiano de Investigación del Centro de Excelencia para Estudios de Arrecifes de Coral estuvo probando el rendimiento de los peces en aguas con altos contenidos de CO2 disuelto desde hace varios años.
Hemos encontrado que los niveles elevados de CO2 en los océanos pueden interferir directamente con las funciones neurotransmisoras del pez, lo que representa una amenaza directa para la vida marina
Dice el coautor del estudio, el profesor Phillip Munday.
En el artículo publicado en la revista Nature Climate Change , Munday y sus colegas, detallan la primera evidencia en el mundo en la que los altos niveles de CO2 en el agua marina interrumpen un receptor clave en el cerebro en los peces.
Esto provoca cambios importantes en su comportamiento y, sobre todo, en las habilidades sensoriales que les ayuda a sobrevivir.
Munday dice que unos 2,3 millones de toneladas de emisiones humanas de CO2 se disuelven en los océanos del mundo cada año, causando cambios en el entorno químico del agua en la que miles de especies viven.
Vía | ABC Science