Como consecuencia de la proliferación de medusas en las costas españolas, el ministerio de Medio Ambiente ha puesto en marcha el "Plan medusa".
La primera fase de actuación se centrará en el Mediterráneo y sur andaluz, incluyendo Ceuta y Melilla.
El proyecto persigue prevenir y reducir el impacto de las medusas sobre los bañistas, retirándolas, con potentes embarcaciones, antes de que lleguen a las playas.
Se creará también una red de observadores, que darán la alarma en caso de detectar la existencia de concentraciones de estos animales.
También se prevee establecer medidas para tratar de evitar los efectos de estas altas concentraciones de medusas, generando avisos a la población y elaborando protocolos de actuación aplicables en cada caso concreto.
Una parte importante del "Plan Medusa" es el proyecto científico, en el cual se invertirá una buena parte de los recursos del plan. Se pretende potenciar la investigación de la biología y ecología de las medusas, así como los factores que pueden determinar el aumento de sus poblaciones.
Las medusas son invertebrados pertenecientes al grupo de los cnidarios, compuestos en un 90% por agua. Se les ha llegado a calificar por esta razón como "agua viva". Desarrollan células urticantes, los cnidocitos, que, distribuidas por la superficie de su cuerpo, les sirven de defensa y para capturar a las presas.
Sus efectos urticantes, sin embargo, pueden provocar dolorosas picaduras a los bañistas, cuando, incapaces de vencer la fuerza de las corrientes y los vientos, son arrastradas hasta la costa.
La aparición de medusas en las playas es habitual y la proliferación de las mismas son estacionales. A pesar de ello, en los últimos años, las concentraciones de medusas, han aumentado considerablemete.
Las causas de esta invasión no están demasiado claras para los científicos, que las atribuyen a la ausencia de sus depredadores naturales, los bonitos y los atunes, y al aumento de la temperatura del mar.
Vía | El Mundo Más información | Medusas
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