La cuestión de si los humanos hemos evolucionado genéticamente hablando (¿en qué otro sentido se evoluciona?) podría estar algo más aclarada de resultar válido el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Chicago, EEUU, en el que han hecho tests estadísticos para encontrar las regiones del genoma que pudieran haber sido beneficiadas evolutivamente durante los últimos 15.000 años. A esa distancia temporal, los humanos se enfrentaban a la última glaciación, en la parte final, el aumento de la población y el comienzo de la agricultura. En concreto, genes que regulan el procesamiento metabólico de carbohidratos y ácidos grasos han cambiado sensiblemente, adaptándose a las nuevas dietas según opina Jonathan Pritchard.
También en el caso de la digestión de la lactosa ha habido cambios genéticos, promovidos por la domesticación de vacas, cabras, etc... y aquéllos relacionados con el color de la piel, ya que cuanto más al norte se movían las nuevas comunidades, menos luz solar estaba disponible para sintetizar la vitamina D. Estos son algunos ejemplos de genes que han cambiado favorecidos por las nuevas condiciones ambientales.
Los estudios fueron realizados tomando muestras de 209 personas de diferentes áreas (Nigeria, Asia del Este y Europa) y se realizaron sobre unas 700 regiones genómicas, comprobándose que tan sólo la quinta parte de las regiones genéticas identificadas eran comunes entre las diferentes regiones, tomadas dos a dos. Asi que gran parte de esas 700 regiones eran "de nuevo cuño", y con diferencias entre si. Me ha parecido interesante ver que, aunque podríamos haber supuesto estos resultados, se han llevado a cabo análisis para intentar comprobar o refutar estas sospechas.
Vía | New Scientist