Increíble. Muchas veces nos encontramos con historias de parásitos que toman el control de sus huéspedes y los dominan para su propio beneficio. De hecho, aqui en Genciencia hemos conocido a la avispa que convertía en zombies a las cucarachas, y nos hemos asombrado con la cantidad de parásitos que nos presentaron en los comentarios.
En esta ocasión, nos topamos con un Nematomorpha (o Gordiacea), un parásito que suele medir unos 50 cm de longitud y unos 2 ó 3 milímetros de diámetro, aunque en ocasiones llega a medir un metro de longitud. Parasita fundamentalmente artrópodos, y en este caso, como vemos, a un grillo. El parásito se alimenta a partir de la dieta del huésped, y cuando alcanza un desarrollo suficiente, controla químicamente al grillo para que termine con su vida arrojándose al agua. Entonces sale del cuerpo del huésped y se aleja nadando a la búsqueda de pareja. Simplemente espeluznante. Me alegro de no ser un grillo...
Vía | Novaciencia