Hay quienes tienden a ver la naturaleza como un locus amoenus, un lugar idílico que deberíamos preservar a toda costa porque representa la armonía y la perfección. Ello no es más que una imagen romántica: lo natural no es necesariamente mejor que lo artifical.
Y aquí hay una prueba más de ello: la hormigas cortadoras de hojas, las Atta colombica, están produciendo algunos de los puntos de emisión naturales más importantes de óxido nitroso (N2O).
N20
El gas de efecto invernadero óxido nitroso es realmente perjudicial para el medio ambiente, por ello hay cálculos que estiman que realizar un vuelo internacional equivale al uso de decenas de miles de botellas de plástico en cuanto a impacto medioambiental (porque el óxido nitroso se expele directamente en las capas altas de la atmósfera).
Según un nuevo estudio de 22 colonias de hormigas cortadoras de hojas Atta colombica en Costa Rica, las pilas de desperdicios originadas por las hormigas proporcionaban condiciones ideales para tasas extremadamente altas de producción de N2O. Generando flujos comparables a los producidos por sistemas de ingeniería humana como tanques de tratamiento de aguas residuales o lagunas de estiércol de vacas lecheras.
Tal y como explica Fiona Soper, investigadora de la Universidad de Montana y autora principal del estudio:
Las hormigas cortan hojas de los árboles, las llevan bajo tierra y cultivan hongos que crecen en las hojas en descomposición, su principal fuente de alimento. Al hacer eso, generan desechos que deben ser eliminados. Hacen esto como nosotros, moviendo meticulosamente su basura a algo no muy diferente a nuestros vertederos. En esos vertederos, los microorganismos descomponen su basura, generando gases como dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, al igual que nosotros.
Con todo, la conclusión del estudio es que los animales afectan a su entorno de formas muy similares a los seres humanos, no que afecten necesariamente tanto como lo hacemos nosotros: en este caso concreto, el de las hormigas, no son una fuente importante de exceso de gases de efecto invernadero en los bosques tropicales y no contribuirían en principio con el cambio climático.
Las hormigas cortadoras de hojas, como su propio nombre indica, se dedican a cortar y masticar hojas y otra vegetación la mayor parte del tiempo. Y jijándonos en sus colonias podríamos resolver problemas de organización humanos.
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