En una década podríamos asistir a la extinción de los orangutanes, al menos esto es lo que nos indica toda la documentación que los expertos aportan. Sumatra y Borneo son el último paraíso de los orangutanes que viven en libertad, en ambas islas el computo global de la población de orangutanes asciende a unos 25.000 ejemplares (en el mejor de los casos), comparando el actual censo con el que se registro en la década de los 90, podemos hacernos una idea sobre el por qué de la conclusión de la extinción.
Hemos pasado de una población que rondaba los 60.000 ejemplares a los 25.000 actuales, una reducción de unos 3.500 ejemplares por año, el problema es realmente grave, expertos como Karmele Llano, una veterinaria especializada que trabaja en Indonesia, nos advierte sobre la situación de estos primates e indica que la muerte genética del orangután es inminente, dándole una vida de entre 5 y 10 años.
Karmele Llano es una bilbaína que trabaja desde hace algunos años intentando preservar la población de orangutanes, en numerosas ocasiones ha denunciado la situación de estos primates y la necesidad de aplicar medidas drásticas para evitar su extinción. Las plantaciones en las que se produce el aceite de palma es una de las amenazas más directas, ya que son fruto de la deforestación del hábitat del orangután. Si no recordamos mal, hace unos años los medios de comunicación informaban sobre la gran cantidad de incendios que se producían en Indonesia, en la mayoría de los casos, provocados para lograr nuevos espacios donde poder producir aceite de palma.
Esta práctica se sigue dando, pero hay que añadir otras causas que también contribuyen a la aceleración de la extinción, el tsunami del año 2004 propició posteriormente una mayor demanda de madera para poder reconstruir las casas de los lugares devastados, la madera para nutrir las nuevas construcciones proviene de los hábitat protegidos donde viven los orangutanes. Los parques tienen guardas pero el mísero sueldo que reciben, es un motivo más que suficiente para hacer la vista gorda a las talas ilegales a cambio de una compensación económica.
A pesar de los proyectos que se han puesto en marcha para preservar el hábitat de los orangutanes, el futuro de estos seres vivos resulta bastante incierto, sin olvidar la afectación del cambio climático, posiblemente terminen condenados a extinguirse a no ser que se tome plena conciencia de su situación.
Vía | El Periódico de Aragón Más información | El Mundo Más información | Rescate Animal Internacional