Una nariz electrónica es un sistema electrónico con capacidad analítica cuya finalidad es detectar los compuestos orgánicos volátiles; en el fondo no es más que una imitación simplificada del sistema olfativo de los mamíferos.
La NASA ha creado una nariz electrónica capaz de detectar las células cancerígenas.
Como sucede con muchos inventos (la Viagra, por ejemplo, no fue concebido originalmente para corregir la impotencia), la agencia aeroespacial no tenía intención de crear una nariz que oliera el cáncer. Su idea original era la de crear un sistema de control de la calidad del aire desarrollado para el transbordador espacial Endeavor. Sistema que más tarde sería instalado en la Estación Espacial Internacional.
Ahora este sistema se revela como una afinada nariz capaz de detectar y diferenciar el olor que desprende una célula normal de otra cancerígena. Lo cual ha llamado la atención de la Brain Mapping Foundation City of Hope Cancer Center, un centro de investigación para el cáncer que ha empezado a colaborar con la NASA a fin de hallar nuevas claves sobre el cáncer.
La piel libera una serie de sustancias químicas llamadas "componentes orgánicos volátiles", muchos de las cuales despiden una esencia; ya lo sabía bien el protagonista de El Perfume, de Patrick Süskind. Las que sufren cáncer, incluso son detectadas por perros entrenados para ello.
Sin embargo, algunos expertos consideran este hallazgo más como un complemento que como una solución, al menos por ahora. En la actualidad, lo importante son las biopsias, el estudio del tumor, el mapeo del melanoma. Aunque lo de poder oler la enfermedad, sin duda, suena muy bonito, muy etéreo.