Después de acercarnos a los gustos físicos y sexuales de los hombres, muchos de vosotros me habéis preguntado qué pasa con las mujeres. ¿Qué quieren ellas? ¿Qué buscan? ¿En qué piensan?
Michael Cunningham ha tratado de resolver este enigma y ha llegado a la siguiente conclusión: las mujeres lo quieren todo, y a ser posible todo a la vez: un carácter masculino, maduro y dominante (que se traduce en pómulos salientes y mentón anguloso), que sea a la vez cálido y que transmita confianza (expresado a través de rasgos suaves e infantiles), que transmita afabilidad y cordialidad (es decir, debe tener una sonrisa amplia y unos ojos abiertos).
En este sentido, Tony Little, de la Universidad de Liverpool, hizo un experimento al respecto, en el que las mujeres debían transformar ellas mismas las fotografías de varios hombres con ayuda del ordenador. Conclusión: cuanto más atractiva se creía la mujer en cuestión, más masculino era el rostro que elaboraba con el ordenador.
El hombre debe ser protector y paternal pero también debe estimular libre al instinto protector y maternal de la mujer. Por ello, si el hombre tiene un toque infantil, ganará puntos.
Por si todo esto (lleno de contradicciones) no fuera suficiente, la mujer también se siente atraída por otro factor más: el estatus. El económico y el social.
Así lo explica La ciencia de la belleza de Ulrich Renz:
El antropólogo americano John Townsend llevó a cabo un experimento con varias mujeres. El experimento consistía en presentarles una serie de hombres vestidos de diferente forma: primero con traje y después, por ejemplo, con un uniforme del Burger King. Con esta pequeña transformación, la percepción de las mujeres sufrió un cambio radical. Por el contrario, a los hombres les resulta indiferente el rango social de la mujer que ven en la fotografía. Su juicio estético no se altera por eso: una mujer atractiva es una mujer atractiva. ¿Por qué iba a ser menos apetecible una mujer atractiva con el uniforme de Burger King? Es muy significativa la campaña de la revista Playboy que no hace mucho buscaba a la chica más atractiva de McDonald´s (aunque sin uniforme.
Vía | La ciencia de la belleza de Urlich Renz