Hace unos 68 millones de años en Madagascar, existía una especie de rana que era capaz de zamparse pequeños dinosaurios.
Y es que Beelzebufo, que así ha sido bautizada, tenía una envergadura considerable.
Ranas Pac-Man
Esta nueva conclusión sobre las capacidades de esta rana viene de un estudio de la fuerza de la mordedura de las ranas con cuernos sudamericanas del género vivo Ceratophrys, conocidas como ranas Pacman por su forma redonda característica y boca grande, similar al personake del videojuego Pac-Man.
Las pequeñas ranas cornudas, con un ancho de cabeza de unos 4,5 centímetros, pueden morder con una fuerza de 30 newtons o alrededor de 3 kg.
Según lo que concluye Marc Jones, biólogo investigador de la Universidad de Adelaida, en Australia, y sus colegas:
A diferencia de la gran mayoría de las ranas que tienen mandíbulas débiles y típicamente consumen pequeñas presas, las ranas con cuernos emboscaban animales tan grandes como ellas mismas, incluyendo otras ranas, serpientes y roedores y sus poderosas mandíbulas jugaron un papel crítico en agarrar y dominar a la presa.
Basándose en su relación de escala, estiman que la fuerza de la mordedura de la rana gigante extinta Beelzebufo pudo haber tenido un mordisco de hasta 2200 newtons, comparable a predadores de mamíferos como lobos y tigres femeninos.
En esta fuerza de mordedura, Beelzebufo habría sido capaz de someter a los dinosaurios pequeños y juveniles que compartían su ambiente.
Beelzebufo poseía una gruesa coraza y estaba provisto de mandíbulas y dientes poderosos. Esta especie podía medir los 41 cm y pesaba 4,5 kg. La cabeza era grande, y los huesos de la bóveda craneana muestran una superficie externa rugosa, lo que indica que al menos parte de la cabeza puede haber tenido escamas óseas.
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