El ahorro de energía no sólo se trata de salvar la tierra, sino también de ahorrar un dinero a la empresa y ser personas responsables con el entorno.
La Agencia de Protección Ambiental (con siglas en inglés EPA) dice que alrededor del 30 % de la energía consumida por los edificios de oficinas se utiliza de manera ineficiente. Además, alrededor del 17 % de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen del uso de energía de edificios comerciales.
7. Problemas con el papel
De acuerdo con el Consejo de Aire Limpio, el estadounidense medio utiliza alrededor de 650 kilos de papel al año, lo que equivale a la cantidad de papel necesaria para construir un muro de 3 metros de anchura desde Los Ángeles a Nueva York. Grande ¿verdad?, un montón de papel y energía.
Por tanto, antes de imprimir un correo electrónico o documento, pare y piense:
¿Realmente necesito una copia de esto? ¿Puedo guardar este documento en algún lugar de mi ordenador ?
Guardar manuales o guías de referencia en un servidor común o centro público en vez de repartírlos de forma impresa, no sólo ahorra potencialmente papel, sino que también puede ser accesible por los empleados en cualquier momento.
Obviamente no podemos ir sin papel, es casi imposible. Pero invertir en papel con un alto porcentaje de material reciclado y rellenar los cartuchos de tinta usados en lugar de tirarlos, son buenas maneras de empezar. Por último, las impresoras son capaces de imprimir a doble cara, ¡optimización de recursos!
6. Revise la instalación de ventilación
Muchas de las pérdidas de energía provienen de una calefacción o refrigeración ineficiente en el edificio. Comience con unas preguntas simples:
¿Cómo es la circulación? ¿Están los conductos de aire limpio? ¿Están los filtros viejos o tapados?
A lo largo de la vida útil de un aire acondicionado el agua que corre por los tubos de su condensador puede acumular residuos, lo cual disminuye la eficiencia de la máquina. El tratamiento de este problema con productos químicos o de limpieza ayuda a mantener su aire acondicionado en óptimas condiciones, aunque en ocasiones dañan el Medio Ambiente.
Si bien el aire acondicionado o el calentador está en las últimas, considere reemplazarlo con una unidad más eficiente de energía. La sustitución de una unidad obsoleta podría reducir sus costes de enfriamiento hasta en un 50 %.
Y si está pensando en la sustitución de ventanas, busque la etiqueta del Consejo Nacional de Calificación de Ventanas.
Si es posible, la pintura del techo de su oficina que sea de un color claro o plantar un jardín (también conocido como cubierta vegetal, pronto os hablaré de ellas) para desviar el calor del sol en los días cálidos y disfrutar ahorrando energía.
5. Siga las Energy Star
No es sólo una etiqueta bonita, manteniendo ojo a la etiqueta Energy Star puede reducir drásticamente el consumo total de energía en el lugar de trabajo. De hecho, el uso de productos Energy Star puede recortar sus gastos de energía hasta en un 30 o 40 %, lo que significa que se puede ahorrar suficiente electricidad para alimentar una casa durante un año entero.
Estos productos utilizan la tecnología más inteligente de ahorrar energía.
¿Tiene un viejo refrigerador o microondas? Considere reemplazarlas con electrodomésticos Energy Star.
Asegúrese de disponer de equipos de iluminación y electrodomésticos viejos de una manera ambientalmente responsable, algunos pueden contener freón, mercurio u otros materiales potencialmente peligrosos.
Comuníquese con el centro de reciclaje local y pregunte acerca de los servicios de eliminación de estos elementos.
Vía | Discovery Channel