La Universitat Politécnica (UPC), en Barcelona, albergará uno de los nodos principales de la red europea de supercomputación que prestará servicio a investigadores de toda Europa.
Su nombre: Mare Incognito. Su potencia de cálculo: entre 10 y 100 veces superior a la de Mare Nostrum, el supercomputador actual, que ya está en el noveno puesto de los más potentes del mundo. Eso significa que el Mare Incognito, una máquina con 100.000 procesadores de nueva generación, tendrá una velocidad de cálculo de 10 petaflops.
La red espera paliar el retraso en supercomputación que sufre Europa respecto a Estados Unidos, un grave hándicap para el desarrollo científico y tecnológico. Y es que la supercomputación es útil para aspectos tan dispares como el análisis de proteínas, la física de partículas o el estudio del cambio climático. Incluso es útil para encontrar petróleo.
Carme Rovira, investigadora del Parque Científico de Barcelona, trabaja en la simulación cuántica de procesos biológicos en los que se forman o rompen enlaces químicos.
Con el Mare Nostrum tratamos de entender el mecanismo de acción de fármacos contra la tuberculosis como la isoniazida (INH), que a veces no es efectiva debido a las mutaciones en el gen que codifica la enzima catalasa-peroxidasa, que activa el fármaco, lo que da lugar a casos de tuberculosis resistente.
Mare Incognito, con 100 millones de euros de inversión, se pondrá en funcionamiento entre 2012 y 2013.
Los otros nodos de la red se ubican en Alemania (que ya entró en servicio), en Francia (próximamente), en España (más tarde) y en Italia (finalmente). También el Reino Unido y Holanda se unirán para construir más adelante otros dos superordenadores en su territorio.
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