La radiación ionizante se mide con contadores Geiger, y es capaz de arrancar los electrones de los átomos. La dosis de radiación absorbida se mide en unas unidades llamadas sieverts, equivalentes a un julio entre kilogramo. Una dosis de 6 sieverts provoca la muerte en 14 días al 90% de las personas.
Por debajo de 0,25 sievert se considera que no hay consecuencias. Por el hecho de vivir en la Tierra, estamos recibiendo entre 1 y 1,5 milisieverts por año en función de la zona donde vivamos. Pero ¿en qué zonas estamos recibiendo mayores dosis de forma natural?
Guarapari
Situado en Brasil, estas playas que se encuentran entre Río de Janeiro y Salvador de Bahía (más de 700 km de longitud) son altamente radiactivas. La fuente de esta radiactividad es la monacita (minera fosfato que alberga torio). De hecho, aquí las lecturas están a punto de superar el límite permitido de exposición en los trabajadores de las plantas nucleares.
Ramsar
Situada en Irán, esta ciudad de la costa del mar Caspio tiene también tiene niveles 80 veces superiores al normal de la Tierra, y un 60% por encima de los máximos permitidos en plantas nucleares para los trabajadores.
Yangjiang
En esta ciudad al sur de China, han levantado sus viiendas con una arena que también cotiene monacita, como la de Guarapari, en Brasil, de modo que esas casas son focos radiactivos de radio, radón y actinio. A pesar de que la radiación triplica la media mundial, no hay mayor incidencia de cáncer
Karunagappally
Karunagappally, un municipio en el distrito Kollam de Kerala, en el suroeste de la India, también alberga rocas que contienen monacita, lo que provoca que sus habitantes reciban más de 12 veces la dosis media de radiación. Tampoco se ha encontrado una mayor incidencia de cáncer entre sus habitantes.
Y fumar es peor
Finalmente, pues, el lugar donde vives no es tan importante en cuanto a dosis de radiación y salud: los que más radiación reciben en la Tierra son los fumadores.
Los pulmones de un fumador, de media, reciben unos 160 milisieverts al año debidos al plomo y al polonio radiactivos que contienen los cigarrillos. La radiación de Plomo 210 y Polonio 210 emitida por el humo del tabaco se deposita en los pulmones de las personas expuestas a él. El alquitrán también se acumula en los pulmones, lo que permite atrapar la radiación de manera más eficiente. Aunque no fuméis no estaréis a salvo: el humo de segunda lleva también una dosis tóxica de estas sustancias cancerígenas.
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