¿Es malo combinar distintas clases de pilas?

A menudo leemos que no es bueno para el rendimiento de un aparato el mezclar distintos tipos de pilas a la vez (las más gastadas con las menos gastadas, las de litio con las alcalinas), ni siquiera pilas de distintas marcas.

También es cierto que estas advertencias suelen proceder de las propias empresas que fabrican pilas, de modo que uno, quizá, puede enarcar una ceja escéptica: ¿No será que no quieren que compre otra marca y así asegurarse que les compro solo a ellos?

A pesar de todo, estas advertencias tienen bastante fundamento. Por ejemplo, si una de las pilas de nuestra linterna posee una celda más fuerte que las otras por ser de otra marca o estar más gastada, o por cualquier otra razón, entonces puede recalentarse rápidamente en un intento de compensar la carencia de la otra, la que funciona peor.

La mezcla de dos tipos diferentes de pilas AA también puede causar fugas en las pilas o su ruptura. Cada tipo de batería y cada marca emplea distintas tecnologías, capacidades y voltajes. Si las pilas se calientan mucho, podrían incluso causar daños en el aparato.

Frío

Guardar las pilas en la nevera para que duren más, sin embargo, sí que tiene más de mito que de verdadera utilidad. Energizer, incluso, asegura que resulta perjudicial, porque la condensación, cuando la pila refrigerada se calienta, puede dañar la cubierta o corroer los contactos. Con todo, la refrigeración sí que resulta útil a largo plazo, aunque de forma muy ligera.

Según un informe citado por Michael Bluejay en su guía sobre la batería en línea Consumer Reports, tras realizar un experimento con 432 AA de Duracell, las pilas que habían permanecido dos años y medio en el refrigerador tenían un ventaja del 4% respecto a la carga de las pilas que se habían almacenado a temperatura ambiente. ¿Realmente vale la pena correr el riesgo de que las pilas sufran o se deterioren al salir del frío?

La pila

Escrutados algunos de los mitos alrededor de la pila, quizá os interese saber de dónde procede su nombre. El 20 de marco de 1800, el físico italiano Alessandro Volta comunicó la invención de su pila eléctrica, llamada así porque estaba formada por un apilamiento de discos de cobre, de cinc y de tela embebida en agua acidulada.

Inicialmente, sin embargo, Volta había bautizado a su invento de otro modo un poco más pomposo: órgano eléctrico artificial, inspirado por los experimentos de Galvani sobre ranas muertas, cuyos músculos se animaban el inducirles una corriente continua.

La cifra de consumo de pilas sólo en España se sitúa en más de 500 millones de unidades por año, de las cuales se recogen únicamente el 18 % para el reciclado, según la Asociación de Recogedores de Pilas, Acumuladores y Móviles (Aerpam).

Vía | eHow

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