Realmente un año y un mes, pero la construcción del acelerador de partículas más grande del mundo, el LHC (Large Hadron Collider) , por parte del Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) es el mas ambicioso de sus proyectos.
El LHC ha sido pensado para ahondar más en el conocimiento de la física quántica, sobre las partículas elementales de la materia e incluso, la producción de Antimateria, para su estudio mas profundo. El funcionamiento del acelerador de partículas es relativamente sencillo, ya que son simples electroimanes que modifican la velocidad de las partículas jugando con las fuerzas magnéticas. De esta manera, se consigue que las partículas giren en círculo, siguiendo la forma del acelerador.
Cuando las partículas han alcanzado la velocidad requerida para la prueba, se las hace chocar violentamente con otras, de manera que todos sus componentes se disgregan y se pueden observar.
Existe también un acelerador muy parecido al LHC, el LEP (Large Electron-Positron collider), que discurren los dos por el mismo túnel de 27 km que también discurría por el mismo túnel de 27km pero fue desmontado para dejar espacio al LHC. Pero, ¿Qué hace al LHC especial? Las bobinas de sus electroimanes están constituidas por superconductores, enfriados con nitrógeno líquido, que refrigerara los imanes a fin de que puedan seguir manteniendo sus propiedades de superconducción.
Con esto, el LHC será mucho más eficiente que el LEP, y podrá impulsar partículas a mucha más velocidad, consiguiendo impactos mayores, que disgreguen mejor la materia, para poder realizar mejores observaciones de sus partículas elementales.
Vía | CERN