Llevamos una semana entera de pie en posición de firmes, escuchando el discurso de un alto mando. Y más de uno se ha desmayado, aunque ya no tengo claro si ha sido por el sueño, el aburrimiento, o por el efecto que os estábamos preguntando en este quiz.
Sea como sea, lo cierto es que estoy muy orgulloso de todos los soldados, ya que habéis dado muchas ideas (unas correctas, otras interesantes para reflexionar, y otras que nos han reír por su simpatía).
Y vamos a la respuesta. La posibilidad de sufrir un desmayo tras estar mucho rato en pie sin movernos es debida…
… a la disminución de la presión sanguínea en el cerebro.
Imaginemos el cuerpo humano como un circuito cerrado de cañerías que riegan las distintas partes del cuerpo.
Mientras nos vamos moviendo, el riego está produciéndose en todos los lugares de nuestro cuerpo sin ningún tipo de problema, ya que toda nuestra musculatura nos está ayudando a “regar”.
Pero ahora quedémonos de pie, sin movernos. Y sigamos el camino de la sangre que sale del corazón y va hacia los pies. Sale sin problema porque el corazón la impulsa con mucha fuerza, llega hasta abajo, y tira otra vez para arriba aprovechando el impulso inicial.
Y cuando está subiendo… Empieza a encontrar dificultades. Es algo tan sencillo como que está luchando contra la gravedad, por lo que no toda la sangre que salió, volverá a oxigenarse.
Repitamos el proceso varias veces. Como estamos quietos, cada vez que suba la sangre, habrá un poco más que se quede por el camino, y el flujo sanguíneo irá bajando poco a poco.
¿Y quién es el afectado? El que está más arriba, ya que ahí es donde más cuesta de subir la sangre. Será en el cerebro donde notaremos más la disminución de presión sanguínea. Y esta falta de oxígeno será la que traiga el desmayo.
Tal como ha dicho kanfor, este desmayo es una respuesta de nuestro organismo ante el problema de falta de oxígeno, ya que intenta poner todo el cuerpo en horizontal para así restablecer el riego en el cerebro. ¿Qué curiosos somos, verdad?
Pero a lo que íbamos. Nosotros no queremos recurrir a este precioso sistema de emergencia, así que intentamos evitar el desmayo haciendo fuerza con las piernas.
De esta forma, estamos usando los músculos de las piernas como bomba muscular, consiguiendo empujar la sangre de nuevo hacia el corazón, y evitando así que se quede estancada.
Aquí tenéis una imagen donde se puede apreciar de una forma más clara:
¡Muy buen trabajo, soldados!
Y ahora con su permiso, me quito el uniforme, que estoy en contra de las guerras.
Más información | Sangre