Gracias al acelerador de partículas LHC (Large Hadron Collider, o Gran Colisionador de Hadrones), una impresionante máquina construida bajo tierra cerca de Ginebra, Suiza, en las instalaciones del CERN (el Laboratorio Europeo para la Física de Partículas), se ha descubierto una nueva partícula subatómica que viene a sumarse al rompecabezas de la realidad.
Durante colisiones de protones en el LHC, los físicos Claude Amsler, Vincenzo Chiochia y Ernest Aguiló, del Instituto de Física en la Universidad de Zúrich, lograron detectar un barión con un quark ligero y dos quarks pesados. Los bariones xi han sido detectados antes en sus estados fundamentales, pero esta es la primera ocasión en que se observan en sus estados excitados. 21 de los eventos de la desintegración de la partícula fueron detectados durante una serie de colisiones a un nivel de energía de siete mil millones de electrón-voltios.
Este nuevo barión confirma suposiciones fundamentales de la física relativas a la unión de los quarks.Todos los bariones que están compuestos por los tres quarks más ligeros (los quarks Up, Down y Strange) son conocidos. Sin embargo, hasta ahora, sólo han sido observados unos pocos bariones con quarks pesados. Y ahí entra el LHC: sólo pueden ser generados artificialmente en aceleradores de partículas, ya que son muy inestables.
La partícula está compuesta por un quark Up, un quark Strange y un quark Bottom, es eléctricamente neutra. Su masa es comparable a la de un átomo de litio. Y su descubrimiento también abre las puertas a más descubrimientos de este tipo en un futuro.
Vía | Noticias de la Ciencia