Atención al siguiente experimento casero: van a cocinar un huevo sin usar fuego, sino alcohol, en apenas unos minutos. El resultado puede ser desagradable al gusto, y se recomienda no comerlo, pero ciertamente es interesante para la vista.
El secreto de este tipo de cocción reside en las propiedades del alcohol, que desnaturaliza las proteínas, y los filamentos de aminoácidos que las componen se desenrollan y mezclan entre sí produciendo la cocción del huevo. Esta reacción también se consigue si previamente batimos el huevo. En este caso obtendremos algo parecido a un huevo “revuelto” que adoptará la forma del recipiente, como si de un flan se tratase.
Vía | Youtube
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