El efecto Leidenfros tiene lugar cuando una gota de agua (o líquido volátil) cae sobre una superficie caliente (no demasiado para que la gota no se evapore de inmediato), y la gota parece tener el baile de San Vito.
Si la superficie en cuestión posee una textura como de dientes de sierra, siguen una dirección concreta. Aprovechándose de esta propiedad, Carmen Cheng y Matthew Guy, de la Universidad de Bradford, han creado el siguiente el laberinto, que recuerda poderosamente a los que concebía Escher.
Vía | Microsiervos
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