En la foto de arriba, tomada en 2008 por el observatorio Solar de la NASA (SOHO), podemos ver la cara del sol libre de manchas solares. La estrella ha experimentado, durante el mínimo solar inusualmente largo que acaba de terminar, un total de 780 días sin manchas solares en su superficie. Numerosas investigaciones y simulaciones demuestran que este fenómeno se debe a cambios en los flujos de plasma de su interior.
Los astrónomos han estudiado durante décadas, que la actividad del Sol aumenta y disminuye en ciclos de aproximadamente 11 años. En su periodo más activo, conocido como máximo solar, las manchas solares salpican la superficie solar y las frecuentes erupciones envían miles de millones de toneladas de plasma hacia el espacio. Si acaban golpeando la Tierra, las comunicaciones y redes eléctricas pueden interrumpirse e incluso afectar a los satélites de comunicaciones.
Ultimamente, nuestro astro ha provocado muchas noticias debido a que, tras un largo período de tiempo de tranquila actividad, ha incrementado el nivel de las tormentas solares y la amplitud de sus llamaradas. Los astrónomos no encontraban una respuesta a este fenómeno y tras numerosas simulaciones achacan este comportamiento a un cambio en los flujos de plasma de su interior.
“El Sol contiene enormes ríos de plasma similares a las corrientes oceánicas de la Tierra”, dice Andrés Muñoz Jaramillo, investigador en el CfA (Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics). “Los ríos de plasma afectan la actividad solar en formas que estamos empezando a entender.”
El Sol está hecho de un cuarto estado de la materia – plasma -, en el que los electrones negativos e iones positivos fluyen libremente. Al fluir libremente, el plasma crea campos magnéticos responsables de la actividad solar, como llamaradas, erupciones y manchas solares.
Durante el mínimo solar, el Sol disminuye su actividad y las manchas solares y erupciones se producen de forma poco frecuentes. Los efectos en la Tierra, aunque menos dramáticos, son aún significativos. Por ejemplo, el viento solar que atraviesa el sistema solar (y su campo magnético asociado) se debilita, permitiendo que más rayos cósmicos procedentes del espacio interestelar nos alcancen.
El mínimo solar más reciente generó un número inusualmente largo de días sin manchas solares: 780 días durante el período 2008-2010. En un mínimo solar típico, el Sol genera un período sin manchas de unos 300 días.
Vía | Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics
Foto | NASA/SOHO