Si bien el entorno puede influir en la manera que somos, nuestro altruismo, egoísmo y cooperación tienen una fuerte influencia genética.
Para probar esta teoría es necesario fijarse en los gemelos. Así que los investigadores Nicholas A. Christakis y James Fowler se dirigieron a un pueblo llamado Twinsburg, en pleno Ohio rural. Anualmente se celebra allí un festival que, desde 1976, concentra a un buen número de gemelos, festejando así el nombre del pueblo (twin significa gemelo en inglés).
En su primer año de celebración ya concentró 37 parejas de gemelos. Hoy en día es la concentración anual de gemelos más grande del mundo.
Los científicos de todo el mundo aprovechan estas insólitas concentraciones para llevar a cabo experimentos, en un lateral de la feria. Los voluntarios que se someten a las pruebas reciben una pequeña compensación económica.
Algunos gemelos son dicigóticos: sólo comparten la mitad de su ADN. Pero otros son monocigóticos: comparten exactamente todas las variantes de todos los genes que componen su ADN. Son clones.
Las diferencias en el grado de similitud genética resultan ser un poderoso experimento natural que nos permite estimar cuánto influyen los genes en una determinada característica. Por ejemplo, los gemelos idénticos casi siempre tienen los ojos del mismo color, pero los gemelos dicigóticos a menudo los tienen de color distinto.
No hay pocos críticos de estos experimentos. Argumentan que si se trata de estudiar rasgos del carácter y los gemelos se clasifican a sí mismos como idénticos, procurarán siempre parecerse el uno al otro, su familia los tratará así y también sus amigos. Lo cual sería una semejanza de entorno y no genética.
Pero esta crítica ha sido refutada de manera ingeniosa.
Hay gemelos que son erróneamente considerados idénticos, y basta una simple prueba genética para demostrar que no lo son. Si es el entorno social lo realmente hace que los gemelos sean más parecidos, entonces los gemelos tomados por idénticos deberían ser tan parecidos entre sí como unos gemelos idénticos verdaderos. Pero cuando los científicos llevan a cabo pruebas sobre una variedad de características (inteligencia, personalidad, actitudes y demás) se encuentran con que los gemelos aparentemente idénticos no se parecen más entre sí que unos gemelos dicigóticos. Esto significa que la similitud se produce por estados genéticos idénticos y no como consecuencia de una autopercepción.
Y ¿qué experimento se realizó en Twinsburg para calcular hasta qué punto el altruismo, el egoísmo y la cooperación está escrita en nuestra naturaleza? Lo veremos en la próxima entrega de este artículo.
Vía | Conectados de Nicholas A. Christakis