¿Por qué razón eres negra, ovejita?

La inmensa manada de ovejas que pasta por el vasto territorio australiano tiene un claro objetivo: la producción de lana.

Entre los ganaderos, las ovejas negras justifican su fama. La presencia de motas oscuras en la lana del ganado ovino de raza merina causa un efecto disuasorio en los ganaderos, ya que el animal que tiene estas características es considerado como improductivo.

Su meta es obtener la lana más blanca posible, y para ello, un grupo de investigadores de la Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO), lo que es el CSIC en Australia, estudia el posible origen genético de esta característica corporal.

Investigadores de la Universidad de León han colaborado con ellos recientemente, en un trabajo que ha sido publicado en la revista PLoS One.

Los científicos de este organismo australiano emplean una técnica genómica denominada “sets de datos genómicos“, que permite el estudio de los polimorfismos distribuidos por todo el genoma.

El trabajo científico realizado en Australia estaba encaminado a determinar si existía una predisposición genética en la aparición de descendencia con manchas negras en la lana.

El fenómeno estudiado se conoce con el nombre de piebaldismo, un desorden en la pigmentación del animal.

Se considera a los animales que portan estas características como enfermos, aunque literalmente no lo sean, ya que producen una contaminación en la obtención de lana blanca

La raza ovina productora de lana estudiada es una vieja conocida para los científicos españoles: la merina, de origen ibérico y extendida por todo el país australiano.

A partir de esta tecnología de sets de datos, los científicos han estudiado tanto los polimorfismos a nivel genómico como los datos de la expresión de los genes.

De esta manera, los científicos determinaron que no hay un gen exclusivo que esté implicado en el control de la pigmentación de la piel, sino que son un conjunto de genes.

Ahora, los científicos australianos buscarán y seleccionarán los marcadores genéticos para profundizar en el conocimiento de esta característica en la piel de las ovejas, que permita en un futuro mejorar la selección de los animales.

El trabajo contó con muestras de 24 ovejas y carneros manchados y 78 blancos puros.

En el caso de las investigaciones que realiza en la Universidad de León, se pretende mejorar la producción láctea tanto en calidad como en cantidad, en oveja churra.

En este caso, también se intenta buscar un gen o una mutación que explique por qué determinadas ovejas producen más leche, o producen determinadas proteínas.

El objetivo final de la investigación es que se pueda realizar una selección más tecnificada de los ejemplares de una cabaña ovina de raza churra productora de leche.

Vía | ileón

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