Es un fósil viviente, es la especie de árbol más antigua, sobrevivió incluso a los efectos nucleares de Hiroshima y, ahora, se ha logrado secuencia su genoma. Se trata del ginkgo biloba, un árbol originario de China, con un genoma excepcionalmente grande, totalizando más de 10.000 millones de 'letras' de ADN.
Ha sido eñ Instituto de Biociencias de Pekín (BGI), la Universidad de Zheijiang y la Academia China de Ciencias los implicados en este hito.
El fósil viviente
Como su forma y estructura han cambiado muy poco en los 270 millones de años desde que nació, por ello se considera el ginkgo biloba un fósil viviente, título compartido por otras pocas especies, incluyendo el cangrejo herradura y el nautilus.
El genoma del ginkgo se extiende sobre más de 10 Gb, que es 80 veces más grande que la "planta modelo" del genoma de Arabidopsis thaliana, pero tras superar las dificultades de secuenciar algo así, ello proporcionará un recurso extenso para los estudios referentes a las defensas de la plantas contra insectos y patógenos, tal y como exploca Wenbin Chen, del Instituto de Biociencias de Pekín (BGI):
Se generó una gran cantidad de datos brutos (unos 2 Terabits) y la capacidad de computación para el ensamblaje del genoma fue desafiada tanto por los enormes datos como por la notable proporción de secuencias repetitivas, por lo que se requería una cantidad increíble de memoria. El gran genoma del ginkgo puede deberse a la duplicación completa del genoma y a la inserción de una proporción notablemente alta de secuencias repetitivas, al menos el 76,58%, y los intrones más largos entre todas las especies secuenciadas debido a inserciones de elementos transponibles.
Superviviente de Hiroshima
Los investigadores también están fascinados por la resistencia del ginkgo bajo condiciones adversas, siendo como es uno de los pocos seres vivos que sobrevivieron a la explosión del bombardeo atómico de Hiroshima.
Esta insólita fortaleza se debe a la particular biología del árbol. El ginkgo biloba posee una elevada tolerancia a la oxidación debido a que evolucionó en una época antigua en la que la atmósfera terrestre estaba más oxigenada que ahora. La ionización producida por la bomba de Hiroshima provocó una oxidación celular que acabó con todos los tejidos vivos que se hallaban cerca de la explosión, pero el ginkgo fue inmune a esa oxidación.
Actualmente todavía se puede visitar uno de los árboles que sobrevivió en Hiroshima, allí lo llaman Hosen-Ji (portador de esperanza). Junto a otros tres ejemplares más de esta especie fue el único árbol que quedó en pie tras la explosión nuclear. Incluso el templo que estaba construido junto al árbol fue destruido por la bomba. Ahora, el templo ha sido reconstruido respetando el espacio vital del árbol.
Imágenes | Wikipedia
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