Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) desvela que las mujeres de esta especie garantizaban la diversidad genética al integrarse en comunidades distintas a la familiar, creando una red de intercambio que reducía la consanguinidad.
Los individuos analizados, descubiertos en 1994 en la cueva de El Sidrón, en la localidad asturiana de Piloña, incluyen ejemplares de ambos sexos y distintas edades.
El análisis también demuestra que los neandertales tendrían una descendencia media de un hijo cada tres años, coincidiendo con las costumbres de estas sociedades de cazadores-recolectores.
Vía | EFE