Las minas de Naica están situadas en el estado de Chihuahua en México. Son explotadas desde el siglo XIX ya que en ellas puede encontrarse plomo, plata y zinc. En 1910 se descubrió en su interior una cámara llamada la Cueva de las Espadas con cristales de selenita, una variedad del yeso, de hasta dos metros de altura.
Desgraciadamente, la cueva se volvió famosa. Se diseñaron senderos y se añadió luz y ventilación. Como resultado la cueva ha resultado dañada y muchos de sus maravillosos cristales han sido robados. Pero lo mejor estaba por llegar. En el año 2000 se produjo otro descubrimiento muy cerca de dicha cueva. La nueva gruta es conocida como Cueva de los Cristales y contiene increíbles columnas de entre 8 a 10 metros y cerca de dos metros de diámetro.
Obtener imágenes de los cristales es un reto técnico considerable. El interior de la cueva es un infierno con una temperatura de unos 60 grados y una humedad cercana al 100%. Ni la electrónica ni las cámaras están preparadas para resistir semejantes condiciones.
Tampoco los seres humanos estamos en condiciones de hacerlo. Una atmósfera saturada de vapor anula los mecanismos naturales de refrigeración. Es equivalente a estar sumergido en agua a la misma temperatura. Por ello, es imposible permanecer dentro por más de cinco minutos sin resultar abrasado. Esperemos que estas condiciones ayuden a preservar de la destrucción y el vandalismo estas maravillosas cuevas. De momento, el primer intento de robo acabo con la muerte del ladrón.
Vía | digg /science Más información | Proyecto Naica Peñoles, la Cueva de los Cristales, Show Caves Más fotos | Canyons Worldwide