Según recoge la revista Nature, una investigación llevada a cabo por Phil Cummins, miembro de la agencia australiana Geociencia, asegura que existe riesgo de que se produzca un gran terremoto que desencadenaría un tsunami en el noreste del golfo de Bengala. Se trata de una zona densamente poblada y en la que un seísmo podría desencadenar graves consecuencias, pero a la que no se ha dedicado tanta atención y estudio como a la zona del epicentro que desencadenó el maremoto de Sumatra en 2004.
Un vez estudiadas las características de tipo geológico y geodésico de la zona, Cummins mantiene que existe un gran riesgo de terremoto a lo largo de una falla que mide 900 kilómetros y que se extiende de forma paralela a la costa occidental de Myanmar y Bangladesh. Un terremoto en esta zona y el posterior tsunami que desencadenaría, afectaría al delta del Ganges, región fuertemente poblada, y podría provocar daños en ciudades como Chittagong, Dacca y Calcuta. Cummins goza del reconocimiento de la comunidad científica, ya que predijo meses antes de producirse, el terrible terremoto frente a Sumatra.
El estudio mantiene que no tiene porqué producirse de forma inminente un terremoto de magnitud superior a 8, pero que una actividad sísmica más pequeña provocaría graves consecuencias para los 60 millones de personas que viven en el golfo de Bengala por debajo de los 10 metros sobre el nivel del mar.
No obstante, sus afirmaciones se confrontan con las tesis imperantes, que aunque reconocen la existencia de una zona de subducción de la placa Indo-Asiática, mantienen que ésta no se encuentra bajo el mar. También se asume que la actividad sísmica sólo podría provocar pequeños terremotos locales.
Frente a estos datos, Cummins asegura que los estudios realizados hasta ahora pueden estar equivocados, ya que sobre la falla hay depositados 20 kilómetros de espesor de sedimentos procedentes del Himalaya, que han sido arrastrados por los ríos Ganges y Bramaputra. La presencia de estos materiales influye negativamente en la temperatura y presión de las placas.
Además, Cummins aporta nuevos datos obtenidos con GPS, según los cuales un 40% de la falla se encontraría bajo el mar. Así mismo, el estudio añade un precedente: un gran tsunami, en 1762, que desencadenó graves consecuencias en el delta del Ganges y en la costa de Myanmar. Este hecho confirma que la tectónica de placas en el golfo de Bengala no sólo tiene movimientos horizontales, sino verticales, que son los que desencadenan un maremoto.
Vía | El Mundo Más información | Nature En Genciencia | La energía acumulada de un terremoto