Las dunas se forman cuando los vientos arrastran la arena y la acumulan alrededor de cualquier pequeño obstáculo del relieve.
Se mueven porque son empujadas por el viento. La velocidad de avance de las dunas es inversamente proporcional a su tamaño, así, las dunas más pequeñas alcanzan a las mayores, con las que se van fusionando y aumentando de tamaño.
Esto puede causar serios problemas, como ha ocurrido en la localidad gaditana de Punta Paloma (Tarifa), pero tiene solución.
Una de las soluciones para evitar el avance de las dunas es sembrar plantas que requieran poca agua para subsistir, creando de esta manera una cubierta vegetal que estabiliza la duna.
Vía | EFE