Desactivar los frenos de un coche desde kilómetros de distancia, electrocutar a un portador de un corazón artificial, fabricar AK-47 con una impresora 3D o transportar droga a través de drones son algunos de los nuevos delitos a los que ya nos estamos empezando a enfrentar debido al crecimiento exponencial de tecnología al que estamoas asistiendo.
Porque, si bien la tecnología acostumbra a producir más beneficios que perjuicios, también es cierto que toda nueva tecnología lleva aparejados no pocos riesgos inéditos. Para aletarnos sobre ellos, Marc Goodman (asesor en ciberterrorismo, cibercrimen y seguridad online a organismos como Naciones Unidas, la OTAN y el gobierno de Estados Unidos) ha escrito este voluminoso libro titulado Los delitos del futuro.
Crímenes exponenciales
Coincidamos o no con todos los planteamientos agoreros de Goodman, el libro es un compendio extraordinariamente bien avalado por bibliografía, amén de una gran colección de curiosidades que nacen extramuros de la tecnología que muchas veces pasan desapercibidas en los medios de comunicación y hasta en los ensayos de tecnología sin más. Solo por ello, el libro merece su lectura.
La oportunidad de poseer todos tus datos móviles fue el motivo que impulsó a Google a crear su sistema operativo para teléfonos móviles Android y entregarlo de manera gratuita tanto a los desarrolladores como a los usuarios. […] Google no perdió el tiempo en rellenar una solicitud de patente bajo el epígrafe «publicidad basada en condiciones ambientales». Ahora Google puede detectar si estás en una ubicación donde hace calor y, en función de ello, presentarte un anuncio de aire acondicionado o de helado.
Además, Los delitos del futuro nos ha inspirado para escribir artículos como:
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