Finlandia y Noruega no se caracterizan por ser especialmente machistas (al contrario de España). Así pues ¿qué está pasando? ¿Por qué mueren más mujeres por parte de sus parejas? Una posible respuesta tal vez sea que el contexto conyugal se cultiva más en países nórdicos, donde se hace mucha más vida hogareña debido a las condiciones climáticas adversas, al contrario que España.
Los hombres suelen responder más fácilmente con explosiones de violencia incontrolada. Frente a las peleas conyugales, es más probable que un hombre mate a una mujer (las mujeres, por el contrario, usan lo que se denomina violencia indirecta, según Natalie Angier: presión psicológica, palabras hirientes, etc., debido a que su violencia física está más inhibida) Podéis leer más sobre ello en el artículo ¿Las mujeres son tan violentas como los hombres? (I) y (II)
Es decir, que si debemos recurrir a escalas de tiempo para explicar fenómenos como los feminicidios, tal vez no estemos hablando de un problema tan alarmante como parece, sino sencillamente de que las personas se matan unas a otras cuando pasan tiempo juntas, independientemente de si hablamos de parejas o de cualquier otro tipo de interacción. Pretender que es no suceda es como pretender que todos vivamos en perpetua concordia. Combatirlo, pues, tal vez no es una prioridad tan acuciante como nuestro cerebro anumérico nos hace creer. (Combatir desesperadamente la muerte de mujeres por parte de hombres, naturalmente, pues la violencia de género y la discriminación histórica de la mujer debe combatirse con todos los medios disponibles).
Otras estadísticas refuerzan estas ideas. Contemplemos los hombres que mueren en el ámbito de la violencia doméstica. Es decir, no hablamos de hombres que son víctimas de sus esposas (en 2008 fueron 6, por ejemplo, aproximadamente un 10 % de las muertes de mujeres a manos de sus esposos). Hablamos de muertes en general: fueron 31.
La mayoría de estas muertes son a manos de padres o hijos. Es decir, en el ámbito doméstico, los hombres sólo mueren la mitad que las mujeres… y no los matan mayormente sus esposas sino sus padres o hijos.
Es cierto que sumando los asesinatos de mujeres y hombres en el seno doméstico (en 2008), en el 85 % de los casos el agresor es hombre. Pero ¿no sucede lo mismo fuera del ámbito doméstico?
Como dice Peter Sandman, los peligros que producen miedo a la gente y los peligros que matan a la gente son muy diferentes. Sandman lo ha formulado en una pequeña ecuación: riesgo = peligro + escándalo. Morir a manos de un marido celoso tiene una alta dosis de escándalo aunque no es muy probable. Suicidarse (unas 200 mujeres al año) es cuatro veces más probable, pero aparentemente no tan escandaloso ni tan mediático.
Podéis leer más acerca de la mala interpretación de estadística sobre la violencia de género en Malaprensa (y 2), Halon disparado (y 2) o La puerta de Tannhauser
Sigue en El miedo infundado al terrorismo, los accidentes de tráfico, la violencia de género y otros hechos matemáticamente improbables (VI)
Vía | El cisne negro de Nicholas Taleb Nassim, El hombre anumérico de John Allen Paulos, Tráfico de Tom Vanderbilt, El club de los supervivientes de Ben Sherwood, Sistemas emergentes de Steven Johnson, El fin de la fe de Sam Harris, Historias de un gran país de Bill Bryson El miedo a la ciencia de Robin Dunbar y Superfreakonomics de Stephen Dubner