Los asteroides troyanos son un conjunto de cuerpos celestes que comparten órbita con Júpiter en su viaje alrededor del Sol. Tomando Júpiter como sistema de referencia, las órbitas de los asteroides troyanos discurren alrededor de los denominados puntos de Lagrange 4 y 5, o abreviadamente, L4 y L5. Estos puntos, de manera resumida, son las soluciones que el matemático Joseph Louis Lagrange aportó al problema de los tres cuerpos. Dados dos cuerpos masivos con órbita circular alrededor del centro de masas del sistema, hay exactamente cinco puntos en los cuales un tercer objeto, de masa despreciable en comparación con los dos primeros, se mantendría estacionario con respecto al sistema inicial. Como las órbitas son en la realidad elípticas, los puntos de Lagrange ideales se transforman en regiones del espacio en las que los objetos se mueven en cierta medida.
Así expuesto ya el significado de los puntos de Lagrange, los puntos L4 y L5 se sitúan a 60º a izquierda y derecha del objeto más masivo del sistema, como popdéis ver en el gráfico adjunto.
Como hemos dicho, en el caso de órbitas no circulares, como las órbitas elípticas habituales en los sistemas planetarios, los puntos de Lagrange se transforman en regiones, en las cuales se cumple, en media, las propiedades de estacionariedad antes mencionadas.
Lo que ocurre en realidad es que los objetos que estén en las áreas de Lagrange compartirán periodo orbital con los dos objetos masivos (bueno, planetas, por ejemplo, o el Sol y un planeta...) de manera que estos puntos ofrecen unas ciertas ventajas naturales para la realización de proyectos o misiones espaciales. De hecho, la NASA ha utilizado los puntos de Lagrange L1 y L2 del sistema Sol-Tierra para un buen número de misiones, como la misión ACE, Genesis, ISEE-3, SOHO o WMAP (tan sólo la última utilizó realmente el punto L2).
Aunque el término asteroide troyano se refiere en exclusiva, asi dicho, a los satélites que ocupan las áreas de Lagrange L4 y L5 de Júpiter, existen satélites de este tipo en muchos otros sistemas binarios de cuerpos celestes, como es el caso del sistema Sol-Marte, Sol-Saturno, Sol-Neptuno... El punto L1 del sistema Sol-Tierra es, por ejemplo, el punto óptimo para dedicarse a la observación del Sol, ya que el observatorio nunca sería ensombrecido por la Tierra o la Luna, y el punto L2 también es óptimo para mantener un observatorio espacial en órbita, ya que al estar estacionario y bastante estable con respecto al Sol y la Tierra, es muy facil poner a punto y calibrar con éxito el instrumental de observación.
La utilidad, sin embargo, de los asteroides troyanos de Júpiter no es mucha. Cumplen unas propiedades matemáticas que Lagrange descubrió al estudiar un problema matemátio clásico (el que hablamos antes, de los tres cuerpos), y a raiz de ese estudio surgió la reformulación o adaptación de la teoría de la mecánica de Newton para dar lugar a lo que se conoce como la mecánica de Lagrange. A raiz de esta "nueva" (en su momento mecánica), hoy en día somos capaces de elegir puntos excepcionalmente buenos para colocar observatorios extraterrestres (me refiero a fuera de la Tierra, evidentemente humanos), y conocemos mucho mejor las propiedades de los cuerpos celestes en el Sistema Solar.
Con esto también nos damos cuenta de lo estrechamente relacionada que está la ciencia matemática con la realidad, y de que las fórmulas y los problemas que en principio nos parecen algo demasiado abstracto se relacionan directamente con la Naturaleza. Sólo hemos de rasca un poco la superficie de la teoría, y la historia de los científicos que la desarrollaron, para comprender la motivación de cada descubrimiento, y comprender por qué se han producido. Esto lo vemos continuamente en la historia de la ciencia...
Vía | Wikipedia - Lagrangian Points (en) (esp) Vía | Wikipedia - Trojan Astroids (en) (esp)