También hay médicos que tienen sus propias manías a la hora de explorar a un paciente que acaba de llegar a la sala de urgencias.
Lo hay que, lo primero que hacen antes de intervenir al paciente, es comprobar las plantas de los pies: si las plantas de los pies están blancas, normalmente es señal de hemorragia interna y de choque, y el médico sabe que tiene que intervenir enseguida.
Hemos observado una fórmula para estimar el grado de supervivencia de una persona que sufre un traumatismo. Pero también existe otra para cuantificar si una persona ha muerto demasiado pronto o no de manera natural. Dicha estadística se llama YPLL, por sus siglas en inglés, una unidad de medida de los años perdidos de vida potencial.
Usemos una esperanza de vida media de 85 años. El YPLL nos indicaría cuántos años de vida futura se han eliminado cuando las personas expiran demasiado pronto.
Por ejemplo, cuando mi padre falleció repentinamente de una hemorragia cerebral a los 64 años, le robaron veintiún años de vida potencial. Fue una terrible pérdida para nuestra familia, pero el YPLL coloca su fallecimiento en una perspectiva mucho más amplia. Si se añaden todos los años de vida potencia perdida en Estados Unidos cada año a las causas cerebrovasculares como las apoplejías y las hemorragias cerebrales, se obtiene un YPLL de 1,14 millones de años.
En el caso del cáncer, de los llamados neoplasmas malignos, se obtiene un YPLL de 8,35 millones de años.
En las enfermedades cardiacas: 6,25 millones de años.
En el caso de los accidentes de cualquier tipo (lesiones no intencionadas, etc.): 4,11 millones de años.
En el caso de los homicidios: 949,607 millones de años.
Si sumamos todas las causas de muerte en Estados Unidos (cáncer, enfermedades cardiacas, diabetes, suicidios, accidentes, etc.), entonces obtendremos el YPLL de 34,55 millones de años.
¿Por qué son tan importantes estas cifras? Como ya os comenté en la serie de artículos El miedo infundado al terrorismo, los accidentes de tráfico, la violencia de género y otros hechos matemáticamente improbables, conocer el impacto relativo que tienen las enfermedades y otras causas de muerte, permite incrementar la eficacia de los programas que están dirigidos a evitarlas. Aunque los recursos a veces se despilfarren por cuestiones políticas, modas o miedos irracionales.
Vía | El club de los supervivientes de Ben Sherwood