Con su forma y su campo magnético definidos con total precisión, esta impresora 3D desarrollada por investigadores de la Universidad Técnica de Viena es capaz de concebir nada menos que imanes permanentes.
Este nuevo avance en la impresión 3D permitirá crear imanes de todas las formas y con campos magnéticos personalizados a fin de adaptarse a sensores magnéticos específicos. También se podrán usar diferentes materiales en un solo imán para crear, por ejemplo, una transición suave entre el magnetismo fuerte y débil en un mismo objeto.
¿Cómo funciona?
Según Dieter Süss, jefe del laboratorio Christian-Doppler Advanced Magnetic Sensing and Materials de la Universidad Técnica de Viena:
La fuerza de un campo magnético no es el único factor. A menudo se requieren campos magnéticos especiales, con líneas de campo dispuestas de una manera muy específica, como un campo magnético que es relativamente constante en una dirección, pero que varía en intensidad en otra dirección.
La impresora emplea filamentos de granulado micromagnético, que se mantienen unidos por un material aglutinante a base de un polímero. La impresora calienta el material y lo aplica punto por punto en las posiciones deseadas utilizando una boquilla. El resultado es un objeto tridimensional compuesto de aproximadamente 90% de material magnético y 10% de plástico. El producto final no es magnético, pero basta exponerlo a un campo magnético externo para que se convierta en un imán.
Este método nos permite procesar diferentes materiales magnéticos, tales como los excepcionalmente fuertes imanes de neodimio-hierro-boro y también crearlos en el tamaño deseado y con una precisión milimétrica.
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