A través de unas imágenes del cerebro tomadas de varias personas autistas en periodo de descanso, un grupo de científicos ha podido determinar que el cerebro de estas personas no descansa.
Esos momentos de reposo son muy importantes para que se puedan asimilar determinadas experiencias o conocimientos. En activo, cuando una persona necesita realizar algún tipo de tarea como pueda ser una lectura, un cálculo matemático, etc., la red neuronal que se asocia al pensamiento interior (recuerdos, caras, melodías que están presentes mientras el cerebro reposa, y no quiere decir dormir, simplemente una acción tan sencilla como esperar el autobús hace que el pensamiento interior esté funcionando) se desconecta.
A través de la resonancia magnética, se estudió a un grupo de 15 personas autistas y a otro de 14 personas sin este trastorno, se observó la corteza cerebral mientras realizaban una tarea cognitiva, esta tarea consistía en señalar la cantidad de palabras que aparecían en una pantalla, dos, tres o cuatro en 1,5 segundos.
Además insertaron palabras en la pantalla que pudieran despertar algunos sentimientos, a diferencia de las palabras silla, mesa, etc., utilizaron tortura, asesinato o sangre. El resultado fue que ninguno de los dos grupos mostró una reacción en la que se apreciasen diferencias notorias. Pero cuando se comparó la actividad cerebral de ambos grupos durante el descanso, se observó que en el grupo de personas sanas, se iniciaba la actividad en lugares del cerebro importantes para un correcto comportamiento social.
En la foto se ve la diferencia, la parte superior corresponde a un cerebro de una persona normal que presenta la actividad del comportamiento social durante el reposo, la inferior corresponde a un cerebro de un autista y se ve claramente la ausencia de dicha actividad.
El cerebro de los autistas no mostró ese tipo de actividad y cuanta menos sociabilidad tenía un paciente, mucha menos actividad mostraba en el córtex prefrontal medio. Los investigadores sugieren la posibilidad de que algunos de los déficits asociados al autismo pueden ser consecuencia de un fallo del funcionamiento de la red neuronal del descanso. Pero aún se deben realizar muchas más pruebas, ya que estos resultados iniciales no indican que este anómalo funcionamiento de la actividad cerebral sea la causa de este comportamiento social. El estudio ha sido publicado en la revista Proceeding of the Nacional Academy of Sciences
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